El cáncer de orofaringe es un tipo de cáncer que se desarrolla en los tejidos de la orofaringe, la parte de la garganta situada detrás de la boca. Puede afectar a diversas estructuras como la base de la lengua, las amígdalas, el paladar blando y las paredes laterales y posteriores de la garganta.
Infección por VPH: La infección persistente por ciertos tipos de VPH, como el VPH-16, es un factor de riesgo importante para el cáncer de orofaringe.
Consumo de tabaco: Fumar cigarrillos, puros, pipas y masticar tabaco aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de orofaringe.
Consumo excesivo de alcohol: El consumo regular y excesivo de alcohol también aumenta el riesgo de cáncer de orofaringe.
Edad y género: El cáncer de orofaringe es más común en hombres y tiende a desarrollarse en personas mayores de 40 años.
Vacuna contra el VPH: La vacunación contra el VPH es una medida preventiva clave, especialmente para adolescentes y adultos jóvenes. Esta vacuna puede prevenir la infección por ciertos tipos de VPH que están asociados con el cáncer de orofaringe.
Dejar de fumar y evitar el consumo de tabaco: El tabaquismo es uno de los principales factores de riesgo para el cáncer de orofaringe. Dejar de fumar y evitar el consumo de tabaco en cualquier forma puede reducir significativamente el riesgo de desarrollar esta enfermedad.
Moderar el consumo de alcohol: Reducir el consumo de alcohol o abstenerse por completo puede ayudar a disminuir el riesgo de cáncer de orofaringe.
Practicar sexo seguro: La infección por VPH puede transmitirse a través de las relaciones sexuales. Practicar sexo seguro y usar preservativos puede ayudar a reducir el riesgo de infección por VPH.
Revisiones médicas regulares: Es importante asistir a revisiones médicas regulares y someterse a exámenes de detección del cáncer de orofaringe, especialmente si se tienen factores de riesgo.
El cáncer de orofaringe es una enfermedad seria, pero se puede prevenir en gran medida mediante la adopción de medidas de estilo de vida saludable y la vacunación contra el VPH. Es importante estar atento a los síntomas y buscar atención médica si se experimenta algún síntoma preocupante, como dolor de garganta persistente, dificultad para tragar, cambios en la voz o un bulto en el cuello.